Norimichi, Yuusuke y Junichi quieren saber si los fuegos artificiales parecen planos o redondos desde un lado. Por eso hacen un plan para saberlo.

La película que dio a conocer en 1993 al director japonés Shunji Iwai, "Fireworks", fue objeto, casi un cuarto de siglo después, de una nueva versión, esta vez en el campo de la animación.

En esta ocasión realizada por Nobuyuki Takeuchi (uno de los artesanos del departamento de animación del maestro Hayao Miyazaki y responsable de la parte visual de obras tan emblemáticas como "El viaje de Chihiro" o "Mi vecino Totoro"), la cinta se trata de un drama romántico que actualiza la trama de la original a tiempos más modernos.

Una curiosidad: el largometraje se terminó de montar 12 días antes de su estreno en los cines de Japón. Eso no fue un impedimento para obtener un gran éxito comercial en su país de origen y toda una cadena de elogios por todos los festivales que la exhibieron, incluyendo el festival de San Sebastián y el festival de Sitges. Parte de ello se debe a que la animación corre a cuenta del vanguardista estudio Shaft ("Bakemonogatari").